Antonio González Garzón "El Rubio" como le rompen
a llamar en su juventud, ya que su padre era conocido por ese sobrenombre. Nace
el 13 de abril de 1.925, en el 111 de la trianera calle Castilla, en plena
plaza de Chapina, una de las zonas del Zurraque, de cuya casa de vecinos salen
un número considerable de artistas. Pronto empieza a trabajar en la gravera
familiar y a trasportar arena por el río Guadalquivir hasta los puntos de
comercialización.
Antonio El Arenero
Antonio "El Arenero", como ya empiezan a denominarlo,
se adentra en el mundo de lo jondo en las fiestas que se organizaban casi a
diario con la llegada del buen tiempo, en los corrales. Antiguamente la vida se
hacía en las tabernas, después de venir del tajo y en estos templos fue
perfeccionando sus cantes llenos de melismas propios de lo aprendido de
maestros como El Pancho, El Goro y sobre todo de Garfias. Compartió mostrador y
cuartos en
Márquez El Zapatero, El Arenero y El Teta
numerosas ocasiones con lo más granado de su generación zurraqueña:
Manuel Oliver, Domingo "El Alfarero", Emilio Abadía, "El Teoro",
Joaquinito Ballesteros, Manuel León "El Teta", "El
Sordillo", Márquez "El Zapatero" "El Quino", Enrique
"El Carnicero"... En tabernas trianeras del Zurraque, Altozano y la
Cava de los Civiles: Eulogio, Ballesteros, Puesto de Laureano (Kiosco de las Flores),
La
Peña Flamenca La Soleá de Triana
Cabaña, Manolo "El de los burros", El Benítez, Las Golondrinas,
Pepe "El de la Segunda"... En estos lugares era donde se oficiaba la
eucaristía flamenca, totalmente improvisadas y sin límite en el tiempo:
"Algunas veces no metíamos en un cuarto y la fiesta duraba 3 días, nos
íbamos a trabajar y otros entraban, cuando volvíamos aquello seguía destilando
propuestas jondas". Antonio por aquellas fechas, nada más que cantaba en
la intimidad y para sus amigos, con el único acompañamiento del sonido de los
nudillos en la "maera". Su propia familia no lo había escuchado
nunca, hasta el bautizo de su primer barco, "Marita". La primera vez
que se enfrentó, nunca mejor dicho, a un público, ya que este carpintero de ribera
pasaba un suplicio cada vez que tenía que ponerse a cantar delante de la gente,
por muy
minoritaria que fuera la concurrencia. Esto fue así incluso después de
llevar más de una década por los escenarios flamencos más importantes y
exigentes y a pesar de que jamás tuvo una situación adversa. Nada más
templarse, se hacía dueño de la situación y se le acababa todos los miedos, ni
siquiera la legión de incondicionales que siempre le acompañaba lo
tranquilizaba. Así afrontó su primer reto en la Peña Trianera, compromiso que
había contraído con un amigo, formando la revolución. Fue tanta las emociones
derramadas que el boca a boca de lo vivido le fue llegando a todos los
flamencos del casco antiguo de Triana.
Barcos areneros en Triana
Esto de vivir el hecho de lo jondo casi
a diario, lo hace tener problemas familiares y decide cortar por lo sano y
retirarse por completo de todo lo que huela a cachondeo. Tras cuatro años
sabáticos con el cante, es convencido por Emilio Jiménez y Paco Parejo para que
visite la autogestionaria Peña Flamenca La Soleá en el número 70 de la calle
Alfarería, inaugurada el 30 de diciembre de 1.975. Queda prendado del sitio y
de las formas, pasando a ser un
miembro habitual de la misma, participando
activamente en los "jueves flamencos" donde le va cogiendo el punto a
la guitarra. El sábado 6 de noviembre de 1.976, pasa su gran prueba de fuego en
el cine Astoria de la misma calle, al cantar por primera vez ante un público
masivo en el homenaje que se le tributó al Sordillo de Triana, siendo sus
principales promotores miembros de la activa peña, en las personas de Emilio
Jiménez, Paco Parejo y Márquez "El Zapatero". Para hacerle entrega al
Sordillo del dinero recaudado, días después se escenificó dicho homenaje en el
Salón de Actos de Radio Popular de Sevilla donde el gran comunicador Paco Herrera
fue invitando al escenario a todos los participantes para que dieran sus
pinceladas de arte, siendo retransmitido por dicha emisora.
Emilio Jiménez y Antonio El Arenero
Los conocimientos profundos del almíbar de los matices del
Zurraque, el cultivo diario, el tamiz de la voz, la veracidad expresiva de su
pronunciación junto a su poder de transmisión conseguiría conectar a la primera
con la afición. En la velá de Seña Santa Ana lo dejaban siempre el último para
mantener concurrido el Altozano, que esperaba pacientemente su larga tanda de
soleares. Aunque era conocedor de otros palos de la baraja cantaora, era en
este palo madre donde invocaba con asiduidad los duendes del barrio. De la mano
de su gran valedor Emilio Jiménez, pasó de la intimidad de los cuartos y las
reuniones de amigos a
ilustrar conferencias con su cante, participar en ciclos
culturales, recitales en peñas e ingresar en los circuitos de los festivales
veraniegos. Llegó también a participar en eventos grandilocuentes como la
Bienal de Sevilla y la Cumbre Flamenca de Madrid, así como alguna que otra
salida al extranjero. Fue una bocanada de aire fresco su irrupción en los
festivales flamencos junto con María La Perrata, María Soleá y María La Burra.
Antonio Mairena en el homenaje al Sordillo de Triana
Si en los primeros años, aquello le gustó, a pesar del mal rato que pasaba en
las previas, después de más de una década en el candelero y cuando la vorágine
del mercadeo lo hacía actuar casi a diario, ya la cosa no le molaba y decidió
mandar el artistéo más allá del Monte Pirolo, para estar tranquilo en su casa.
Se le dieron numerosos
homenajes en vida, siendo el de más relevancia el que se
le tributó en la Peña Flamenca Torres Macarena. Antonio González Garzón, que no
"El Arenero", falleció en Sevilla el 2 de julio de 2.004, quedando en
la historia, como el gran difusor de estas formas expresivas en su máxima
pureza. El día 14 de agosto de 2.004 se le tributaría su último homenaje en
Villanueva del Ariscal, con la participación de artistas trianeros.
Antonio El Arenero, Márquez El Zapatero y El Teta
En 1.982. Emilio Jiménez logra convencer a Antonio, al Teta, al Zapatero y a Oliver,
para que plasmen su sabiduría en el microsurco y así se concibió con la
producción de Blas Vegas "La Triana del Zurraque", descolgándose a
última hora Manuel Oliver ante la racanería de la firma Hispavox. Siendo
acompañados por la guitarra de José Luis Postigo. Disco muy apreciado por los
aficionados ya que contiene
Antonio El Arenero
varios estilos de cante inéditos. Antonio no
quedará muy satisfecho de la elección de sus cantes, ya que se queda afuera las
soleares que llevaba cultivando toda la vida a favor de las que él le había
escuchado a su padre, manifestando también que gravó unas seguiriyas, no
incluidas, que fue lo mejor que ha cantado nuca por este palo. En 2.005 la
firma Pasarela saca la obra "Triana Cantaora" -- Entre el barro y la
fragua -- Donde aparece el cante suyo por soleá, recogido en directo.
Afortunadamente en los archivos de radio y tv y en algunas peñas quedan
registrados momentos memorables de su paso por el mundo de lo jondo, a la
espera de ese productor aficionado que lo saque a la luz.
ANTONIO EL ARENERO DISCOGRAFÍA:
*Antonio El Arenero, El Teta y Márquez El Zapatero; José Luis
Postigo “La Triana de El Zurraque” Hispavox, 1982
*VV. AA. – “Triana Cantaora. Entre el barro y la
fragua” Pasarela, 2005
Antonio Delgado
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