Manuel Domínguez García nace en Tiana en 1946, en aquella
época las familias humildes de Sevilla, ante la escasez de viviendas y el
difícil acceso a una de ellas por problemas económicos, no tenían más remedios
de vivir en suburbios o chabolas, uno de ellos fue “El Barrio Máquinas” donde
nuestro protagonista fue vecino, barrio, por otra parte, donde salieron
artistas de la talla Manuela Carrasco o El Morito de la Familia Montoya.
Pronto
ante las dificultades económicas de la familia Manuel Domínguez “El Rubio” como
rompieron a llamarle por su anillado pelo del color del preciado metal,
se uniría a Los Algecireños formados por Chiquetete (cantaor) y Manuel Molina (guitarrista y cantaor) pasando a denominarse Los Gitanillos del Tardón en 1960 con los que actuaban en bares y
fiestas de la época.
MANUEL DOMÍNGUEZ "EL RUBIO" MAESTRO DE LA GUITARRA DE ACOMPAÑAMIENTO
Años más tarde empezaría a acompañar con su guitarra tanto
para el baile como para el cante, hasta convertirse en uno de los guitarristas
de acompañamiento más solicitados por las grandes figuras de este arte jondo,
nombres como Manuela Vargas, José Greco, Matilde Coral, Rafael El Negro,
Manuela Carrasco, Pepa Montes o Curro Vélez, entre otras figuras del baile,
competían por incorporarlo a sus espectáculos.
En la faceta del cante acompañó
con sabiduría a la flor y nata de lo jondo como Antonio Mairena, Fosforito,
Fernanda y Bernarda de Utrera, Terremoto de Jerez, Camarón de la Isla, Juanito
Villar, Gaspar de Utrera, El Chozas de Jerez, Pansequito, Turronero, Antonio
Chacón, Paco Taranto…
Más de un centenar de artistas de renombres fueron
acompañados por su guitarra en todas clases de eventos, tablaos, bienales,
quincenas y en los festivales andaluces, donde pasó a ingresar en la corte del
sota, caballo y rey de los guitarras de acompañamiento, copando la mayoría de
los carteles junto a Pedro Bacán, José Luis Postigo, Enrique de Melchor, Manolo
Brenes, Paco Cepero, José Cala El Poeta... Pasó largas temporadas en compañías
para el baile con los antes citados, destacando el periodo que estuvo con
Manuela Carrasco, con la que ya había coincidido en el periodo que estuvieron
contratados en el tablao Los Gallos de la capital andaluza. También estuvo una
larga temporada siendo el principal guitarrista del tablao El Arenal de Curro
Vélez.
En 1980 se presenta en el Concurso Nacional de Arte Flamenco
en Córdoba donde consiguió los premios de guitarra, “Ramón Montoya” para
guitarra de concierto y el de “Manolo de Huelva” para acompañamiento. Tres años más tarde sería la Catedra de Flamencología y Estudios Folklóricos
Andaluces de Jerez de la Frontera quien le concedería el Premio Nacional de
Guitarra Flamenca del periodo 1981-1983.
Acompañó a diversos cantaores en sus peregrinajes por los
estudios de grabación, compañías sevillanas como Pasarela, Senador y Fods
Records lo tenían en nómina, así como como Canal Sur lo toma como referencia en
todos sus programas flamencos.
Vecino del Aljarafe sevillano, la Peña Flamenca
de Tomares lo hace su guitarrista oficial, visitándola con asiduidad y
ofreciéndose a tocarle a cualquier cantaor aficionado que se arrancara en su
presencia. Otro “paraero” obligado era la taberna Altozano de José Lérida,
encuentro de muchos artistas que vivían o pasaban por Sevilla y por ende,
reencuentro de trianeros.
A finales de los 80 renegó de su sobrenombre, ante la
profusión mediática, que se mantuvo varios años en el tiempo, del delincuentecanario Ángel Cabrera “El Rubio”.
En 1993, el guitarrista sevillano Quique Paredes, con el
cual había compartido muchos escenarios, y que en su toque muestra muchas
reminiscencias de El Rubio, le dedicará la bulería “Compare” de su segunda obra
discográfica “Amanece el día”.
Aunque su fuerte era el acompañamiento en algunas ocasiones dio también recitales en plan solista, como la vez que actuó en la Catedra de Flamencología de Jerez de la Frontera.
Todos los que lo trataron, artistas, críticos, aficionados,
resaltan aparte de su indudable calidad artística, también su calidad humana,
siendo alma mater de la fiesta, de la juerga y su empatía con las gentes. Manolo
Bohorquez resalta que lo vio varias veces rascarse el bolsillo para aliviar a
artistas que, por una u otra razón, estaban en ese momento tieso, a su vez
ofrecía su guitarra para cuanto homenaje a algún compañero era solicitada.
A lo largo de su carrera recibió numerosos homenajes de los
cuales destacamos dos de los que recibió en vida, el primero fue en el año 1991
en el XI Festival Flamenco en Cádiz, prestigioso evento que organiza la Peña
Flamenca Juanito Villar. La Peña Flamenca El Chozas de Sevilla clausuró su
semana flamenca del año 2000 con un homenaje a Chano Lobato y a Manuel
Domínguez. La Peña Flamenca de Tomares, donde gozarían de muchas noches de arte
propiciadas por su guitarra le ofrecerá un homenaje póstumo en el año 2019,
donde acudieron familiares, amigos y críticos flamencos para presenciar
conferencias y actuaciones en su honor.
“Fue uno de los guitarristas de acompañamiento más
importantes del último tercio del siglo XX… Tocaor de Triana y artista
inclasificable, tan profundo como excéntrico, tan personal como incomprendido”.
(Alberto García Reyes ABC)
Manuel Ríos Ruiz destaca “La maestría de su toque, su
dominio de los estilos y su capacidad para acoplarse a las más diversas voces
cantaoras del momento y a las más dispares figuras del baile de la actualidad…
guitarra armoniosa y profunda, legítima y acompasada…más maestría imposible”.
Tras una dura y larga enfermedad (cáncer de pulmón) Manuel
Domínguez fallecía el 14 de febrero de 2006, en el hospital de San Juan de Dios
en el Aljarafe sevillano. A consecuencia de su enfermedad llevaba varios años
retirado de los escenarios. Se fue joven, con 60 años, pero los vivió
intensamente.
Diego Amaya Flores nace el 15 de marzo de 1908 en Arriate, Málaga, al día siguiente lo llevan a Ronda para bautizarlo, la celebración se alargaría durante cinco días seguidos, según le contara a José María Velázquez en uno de los programas de Rito y Geografía del Cante. Hijo de Bárbara Flores Flores y Juan Amaya Cortés y sobrino nieto de Anilla la de Ronda (Aniya la Gitana).
Diego iría con su familia de un sitio para otro, por la serranía de Málaga y Cádiz, de feria en feria de ganado, ya que su padre era un reputado tratante de caballería. Cuando contaba con 4 años de edad, su familia se traslada a vivir a pueblo de El Gastor donde pasará infancia y adolescencia y a su vez le serviría como sobrenombre artístico añadido a añadir a su nombre de pila.
En esta etapa Diego recibiría clases de guitarra de su padre y sobre todo de su hermano José, mientras cuidaba del ganado y tras habérsele metido el gusanillo de este instrumento que tocaba prácticamente todos los varones de la familia y que el empezó emulando desde pequeño con un palo. Diego llegó a estudiar tres años de solfeo, que, aunque manifestó que le sirvió, le daba más valor al alma jonda que llevaba dentro.
“El toque de Diego contiene más alma -más
duende- que el toque de cualquier otro guitarrista flamenco hoy día. Diego no
se adhiere a la corriente moderna de la velocidad y el lucimiento personal,
admitidamente necesarios para aquellos que deben competir en el ambiente
comercial del flamenco. Por el contrario, retiene tenazmente la sencillez de
los tiempos pasados, antes de que la guitarra flamenca se convirtiera en un
instrumento de virtuosismo, cuando todavía era fundamentalmente un medio
genuino y primitivo de expresar lo hondo... Otras facetas que contribuyen a la
grandeza del toque de Diego son su exquisito talento para acompañar el cante
-especialmente el cante gitano- y el hecho de que mucho del material que toca
es de su propia creación, el cual, en la actualidad, forma el núcleo de una auténtica
escuela y estilo. Pero lo más importante de todo no es lo que toca, sino cómo
lo toca. Diego posee el corazón y el talento de convertir, incluso la falseta
más anodina, en una red que va tejiendo, hasta capturar la más pura expresión
de un arte, que no es simplemente un aluvión de notas, sino una expresiva
combinación de música y alma”. (Francisco Ayala)
En 1922 se trasladará de nuevo con su familia a Morón de la
Frontera, donde ya se quedaría a vivir para siempre. Allí tendría la
oportunidad de ver en directo, ese mismo año, a Niño Ricardo, quedando prendado
de su arte, reconocimiento que más tarde se tornaría mutuo.
Diego conocería a Luis Torre, que ya empezaban a llamarlo con el sobrenombre de “Joselero”, forma hipocorística por la que conocían a su hermano José, primer vecino de Morón de la familia. “Nos juntábamos por la noche en ca José Barrera, calle Nueva, Diego, El Quino, Lebrón, Enrique Méndez…, y con 3 o 4 gordas comprábamos medio litro de vino y el tiempo para nosotros…” (Joselero). Luis Torre se casaría con Amparo Amaya Flores, hermana de Diego del Gastor, compaginado el cante en fiesta de los señoritos con la venta ambulante, estando ejerciendo esta última por Dos Hermanas conocería a Juan Talega en una fiesta que organizaba los maestros aceituneros. Joselero arrastraría a Diego a concurrir a este tipo de fiesta apelando al sustento de su familia. Diego, por su rebeldía, lo llevaba fatal, ya que era muy reacio a asistir a este tipo de reuniones que los artistas como Joselero, que tenía una prole de hijos, no tenían más remedio que aguantar, por él, accedió a acompañarlo y en más de una ocasión saldría pitando cuando lo interrumpía algún gracioso.
EL TRÍO DE LOS GITANOS BLANCOS
Joselero a finales de los años veinte formaría un trio con el bailaor El Quino y su amigo y ya cuñado, Diego del Gastor, muchos años antes de que este se convirtiera en leyenda, con los que se presentaban a las fiestas donde eran requeridos. Guarda buenos recuerdos de Manolito de María con el que cantó muchas veces en Morón, también de Joaquín el de la Paula, especialmente la vez que acudió con Diego a una fiesta en el Empalme donde también habían llamado además del alcalareño a Manuel Torre. Se le llena la boca al hablar del Perrate de Utrera al que profesaba una gran admiración “… ¡No cantaba gitano ni ná, ese Perrate! Yo he convivio mucho con Perrate y los gitanos de Utrera. Mira, cuando salíamos de una fiesta Diego y yo -que nos daban a cá uno cinco duros y nos tenían cantando toa la noche- (aunque con cinco duros había entonces pá comer una semana) y nos tomábamos unos cacharros de Machaco cogíamos el tren que nos costaba tres o cuatro pesetas y nos íbamos a Utrera con Perrate, con Tío José el Carnicero, el padre de Fernanda y Bernarda, que ellas eran todavía chiquillas y cantaban más bien… Allí con un potaje de frijones y una arroba de vino estábamos de fiesta hasta que se acababa el vino y el dinero. Pero una fiesta de nosotros…” (Con la vieja escuela: Joselero de Morón, por Manuel Herrera - Sevilla Flamenca). También participarían en las fiestas que montaba Pepe Pinto en la venta Guadaira de Alcalá, antes de casarse con Pastora, allí conocería a su admirado Tomás Pavón. Entablarían amistad con el crítico flamenco Gabriel Camila quien los llevaría en numerosas ocasiones a las fiestas de los señoritos que se organizaban en Sevilla, bautizando al trío de artistas que formaban Joselero, Diego y el bailaor El Quino como “El trío de los gitanos blancos”.
Joselero con Diego, por aquel tiempo, saldría muy poco de su área de influencia, las fiestas, Morón, Dos Hermanas, Utrera y Sevilla, era su zona natural, unas semanas en La Europa de Sevilla donde coincidiría con La Moreno y otras en un tablao de Barcelona fueron sus únicos escarceos en los escenarios. Joselero hace suyos los cantes por soleá de Aniya la de Ronda que lo aprende de su suegro Juan Amaya, que a su vez lo aprendió de sus padres. Cante por soleá donde se encuentra verdaderamente a gusto siendo su palo de referencia donde hacía verdaderos monumentos al cante, dejando el pabellón muy alto a la hora de decir el cante por alboreá, tangos, cantiñas, siguiriyas, bulerías y malagueñas.
Años más tarde conocerían otra forma de ganar dinero con las fiestas, las que organizaba el empresario del jabón y del aceite, Antonio Camacho gran aficionado que a los artistas que contrataba les daba su sitio, tratándolos como a uno más de la reunión, valorando económicamente su arte en su justa medida y dándole su amistad. Destacaban las que organizaba por todo lo alto en el Club Social Caza y Pesca a puerta cerrá. Eran unas juergas más parecidas a las que organizaban para su diversión los propios artistas, de hecho, era Diego del Gastor por encargo del empresario quien se encargaba de la organización. Antonio Camacho, viajaba mucho por asunto de trabajo, pasando largo periodos en Sevilla y Madrid donde tenía reservadas varias habitaciones en dos de los mejores hoteles de esas localidades durante todo el año, a las que invitaba a los artistas, sintiendo predilección por la pareja que formaban Joselero con El Quino.
Diego por consejo de compañeros y artistas, intentó entrar en el mundo del artisteo. Manuel Vallejo estaba buscando un guitarrista para salir de gira, comentándoselo a Antonio Mairena, este le recomendó, uno que había en Morón que a él le gustaba mucho, se acercó a donde nace la cal para escucharlo y quedó prendado de cómo tocaba, contratándolo seguidamente para las 40 actuaciones que tenía programadas. Diego solo aguantaría 10 funciones, aquello no iba con él, ni la idea de flamenco que tenía en mente. Solo hay que darle un vistazo al cartel para darse cuenta de por qué, Diego salió corriendo.
LA TABERNA EL DISLOQUE Y CASA PEPE
No era el único sitio donde se organizaban fiestas, también destacaba por aquellas fechas, la Taberna el Disloque, El Círculo Mercantil y a mitad de los años 50 abriría casa Pepe, conocido como el bar de los gitanos, que se convertiría en el centro cultural flamenco más importante de Morón, donde se reunían a diario los artistas y aficionados locales, organizándose fiestas asiduamente y que fue el punto de encuentro entre Diego y su principal valedor en 1961. Los bares y tabernas del pueblo se prestaban con facilidad para formar una juerga flamenca, a los ya reseñados había que añadir las Siete Puertas, el Nuevo Pasaje, La Barbiana, la Esquina Mejías, el Bar de Palomo, el Bermúdez, la Goleta, bar Hidalgo... No solo en los bares se oficiaba el rito de la juerga y de la fiesta flamenca, tanbién se hacían reuniones más selectivas en la satrería de Escribano, la barbería de Vicente López, algunas zapaterías y el taller del pintor Pepe Moreno.
En aquel tiempo Donn E. Pohren, cuenta que vio a Diego Acompañar a Fernanda en el V Potaje Gitano de Utrera y quedó tan prendado de su arte que a los dos días se encajó en casa Pepe en Morón, en busca del guitarrista, el cual le ofreció una velada inolvidable, que se repetiría en el tiempo, bien en Morón o en la casa del americano que tenía en el sevillano del barrio de Santa Cruz, con actores de primer nivel.
"Bastaron las primeras notas para comprender que jamás había oído una cosa igual. Era aún superior a aquel Diego que en Utrera había sonado como excepcional acompañante. Sin adornos técnicos, todo emoción. Cada nota tenía su propio significado y su música, era un flujo incontenible, un mágico oleaje. Me sentí hechizado. Durante mis treinta y un años había oído mucha música, pero nada que se aproximara siquiera a lo de aquella noche" (DONN POHREN)
Donn Pohren había aprendido a tocar la guitarra flamenca, ejerciendo la misma en México y en España, Monta en San Francisco, junto a su mujer la bailaora Luisa Maravillas, el primer café cantante que existió en EE.UU. La añoranza de España, hace que lo cierren y den el salto, fijando su residencia en Madrid y Sevilla cuando ingresa, como personal laboral en la Base Aérea de Morón de la Frontera. Entre fiestas, juergas y los primeros festivales, va viviendo el flamenco en todas sus expresiones, quedando prendado del flamenco vivido en la intimidad. En 1964 y tras escribir dos libros sobre el flamenco que más le gustaba, montaría una serie de cuartos, reservados, en los bajos de Los Gabrieles en la capital de España, pronto agotaría a los artistas que pululaban por Madrid y ante la dificultad de contratar a los protagonistas con los que había estado viviendo el momento en la zona de Sevilla (cuenta como una odisea, el llevar a la capital a Manolito de María, Paco Valdepeñas y como Diego del Gastor declinó la invitación y mandó a su sobrino Paco del Gastor), piensa en trasladarse definitivamente al Sur.
LAS CARTAS DE LOS LECTORES DE SUS LIBROS
EMPUJAN A POHREN AL ESPARTERO, ENTORNO A DIEGO DEL GASTOR
Pohren, que había recibido numerosas cartas de lectores de habla inglesa, requiriéndole para poder vivir el flamenco puro, sin contaminar, sin condicionamiento que contaba en sus libros, encargó a Diego del Gastor que buscara una casa de campo, en las afueras de Morón, con el objetivo de acondicionarla para la fiesta, la juerga y el aprendizaje de las diversas formas de expresión del arte flamenco y en la que no se pudiera molestar a los vecinos en horas despectivas. Diego inmediatamente piensa en una fica cercana a río Espartero, quedando el americano encantado cuando la ve, montando un centro de aprendizaje, de difusión y de vivir la manera de ser del sur, contando con alojamientos y estancias para la docencia, así como para vivir la fiesta y juergas en distancia cortas. Aunque muchos achacan el éxito de aquello a los libros de Pohren, la verdad es que también contribuyó el boca-oído de los primeros participantes en tamaña experiencia y de los guitarristas que anteriormente a la inauguración de Espartero, como David Serva, dieron clases con Diego y también contaron las excelencias de este y su forma de vida. La finca trajo bonazas tanto para los artistas, locales y de los pueblos hermanos, como para el propio pueblo de Morón donde sus establecimientos comerciales se beneficiaba de los visitantes. Un gran número de artistas, de los que crea y hacen arte, pasaron en numerosas ocasiones por Espartero, a los habituales Diego Del Gastor, Joselero, Fernandillo, Paco Valdepeñas, Anzonini del Puerto, Dieguito del Gastor, Agustín Ríos, Juan y Paco del Gastor, se les unía en algunas de las cinco fiestas semanales, Antonio, Curro y Manuel Mairena, Fernanda y Bernarda de Utrera, Juan Talega, El Perrate, Manolito de María, Tío Borrico, La Piriñaca, Tía Juana la del Pipa, El Chozas, Juan El Lebrijano, Miguel El Funi, Curro Malena, Pepe Torre, Rosalía de Triana…
LOS AFICIONADOS NATIVOS NO RENUNCIARON A SUS
PROPIAS FIESTAS CON EL PATRIARCA DE LA SONANTA
CON ALMA
Paralelamente, ante el desborde en que se convertiría aquel centro de vivencias jondas, los aficionados locales seguían organizando sus fiestas, como lo habían hecho antes, en torno a Diego del Gastor. Ya había cerrado la taberna El Disloque, el Caza y Pesca, pero seguían como centro de reunión y manifestación artística, casa Pepe, las zapaterías de Chimenea, de Lechuza y de Gregorio, el taller del pintor Pepe Moreno donde se reunían los Llorones. En 1970 se crea en Morón la Tertulia Cultural Flamenca El Gallo, que funcionaría a modo de peña flamenca y como ya ocurriera con los demás acontecimientos flamencos del pueblo, la figura de Diego del Gastor adquiriría un protagonismo relevante. Todos los aficionados recuerdan la primera fiesta oficial celebrada el año siguiente en el Molino de la Plata. Otra fiesta muy recordada por los aficionados fue la inauguración de la nueva sede de la Tertulia Cultural Flamenca El Gallo, cita en el Paseo del Gallo.
Hay que reseñar que estas fiestas, promovidas por los aficionaos, no había mecenas que las patrocinara, iban a escote para comprar las bebidas y las viandas. Era tal el poder de convocatoria que tenía Diego, que muchos de los grandes artistas que participaron en ellas (Antonio, Curro y Manuel Mairena, Juan Talega, Perrate, Fernanda y Bernarda de Utrera, Miguel El Funi, Gaspar de Utrera…) no acudían por el incentivo económico que pudiera haber, ya que era mínimo, iban a vivir el momento jondo, por diversión, pasando todos trances imborrables con el mejor acompañamiento del mundo.
LA PONDEROSA DE ROSA LA AMERICANA
Rosa Van Kirk, Rosa “La Americana” regentaba La Ponderosa, una casa-venta a las afueras de Setenil, donde los flamencos se reunían, cómo no, en torno a Diego del Gastor para oficiar el rito de lo jondo. Rosa “La Americana” conviviría varios años con Anzonini del Puerto por aquellas fechas, por lo que estaba bien asesorada en su afición al mundo de lo jondo, ella profesaba un lema, el cual escribió en el suelo de la entrada de La Ponderosa “Si sabes cantar flamenco, aquí tienes tu casa”. Hermana del fotógrafo Daniel Seymour que rodaría un corto en 16 mm junto a Paco Grande, del flamenco que practicaban los amigos de su hermana. “Flamencología”, así se titulaba el film, estaba recogido a caballo entre La Ponderosa y el bar de Pepe en Morón de la Frontera, en el mismo aparecen desde aficionados como Francisco Molina, Rafael el Gordo, pasando por los artistas de donde nace la cal, La Chica, Andorrano, Joselero y Diego del Gastor, contando con un asiduo a este tipo de fiestas como Miguel El Funi y para cerrar el audiovisual, el patriarca de lo jondo, Juan Talega.
EL TOQUE DE DIEGO DEL GASTOR
“Es heredero legítimo del toque de Morón que se remontaría, al menos, a Paco el de Lucena y su toque "a cuerda pelá", con predominio de los picaos a pulgar y la armonía modal básica del sistema musical andaluz. En esa misma línea de transmisión artística cabrían los nombres sucesivos del Niño de Morón y Pepe Naranjo, del que sería discípulo” (Fernando González-Caballos - Guitarras de cal)
"Con relación a su toque se trata de lo
que los aficionados llaman tocar `a cuerda pelá`, es decir, con escasos
despliegues de virtuosismo, utilizando las técnicas tradicionales de la
guitarra flamenca como el rasgueado o el pulgar en la mano derecha, pocos
acordes y función más bien melódica dada por la mano izquierda".
"Comparando a Diego del Gastor con tocaores contemporáneos como "Niño Ricardo" y "Sabicas" podemos decir que es más bien un guitarrista "cortito" de virtuosismo. La calidad de su toque no se puede valorar, pues, desde su tecnicismo, sino desde su fuerte expresividad. Y es, creo, todo el encanto inmortal del Diego del Gastor y de su toque: una expresión flamenca fuera de lo común, manifestada con una economía de recursos también fuera de lo común. Hay músicos que necesitan ejecutar cincuenta notas para expresar lo que Diego del Gastor hacía con tres notas pelás".(Norberto Torres)
“Sí, Diego creo una escuela, aunque reducida en su repertorio, distinta y rabiosamente actual. Sus falsetas y variaciones, tremendamente estremecedoras, construidas y expresadas con un encanto profundamente jondo, no han pasado inadvertidas para muchos que incluso no le dan ese valor añadido. Los que se han limitado a poner en cuestión, no su flamenquería sino su armazón y sostén técnico, y los que, a mi modesto entender, han estudiado mucho y no han sabido comprender el nexo de una música ancestral en su expresión más genuina.
Además, lo que de valor cobra la obra de un artista, con ser ya importante lo que hace, es el cómo lo hace. Diego, además de un gran talento, tenía una intuición y un corazón especial para provocar músicas. Capturaba de viejas cancioncillas, de antiguos estribillos, incluso de piezas de la música clásica, fragmentos para incluirlo en su repertorio dotándolos de una flamenquería fuera de lo común. Lo hacía a su manera, o sea, distinto a todos.
Quizás esa denominación de origen sembró no pocas envidias, las que se caen por su propio peso ya que Diego ni se echó al profesionalismo ni tampoco hizo competencia con los afamados guitarristas de su tiempo. Él sólo intentó expresarse desde su sensibilidad, y bien que lo consiguió”.
“Al hilo de este último apunte quiero ofrecer unas reflexiones que exponen el contraste entre la guitarra de Diego del Gastor y la nueva concepción que del flamenco tiene la mayoría de muchos grandes guitarristas flamencos cuyo prestigio no voy a descubrir, y mucho menos a censurar.
A modo de ilustración quiero señalar determinadas improntas que se manifiestan en el toque de la guitarra. La tendencia a incrementar el ritmo. La velocidad en la producción de notas. Hoy hay excelentes guitarristas que se comen la guitarra pero que no la digieren. Son capaces de meter diez notas en un segundo, pero incapaces de provocar un silencio que te aprisione el alma.
Los silencios no son la negación de la música, sino su contraste más exquisito. La música es la organización que expresa la combinación de los sonidos y los silencios. Los silencios son el espacio que llena nuestro sentir de reflexiones. Sin esos silencios se ofertan menos espacios de reflexión y por tanto no se degustan en su plenitud los momentos sublimes del toque.Diego tomó mucha distancia respecto de esta concepción o corriente de entender este maravilloso mundo del toque".
"Diego sintió la necesidad imperiosa de
transmitir su arte. Para ello tenía que interpretar y sobre todo digerir lo que
quería hacer llegar a los demás. En la mente de todo artista hay algo que está
siempre muy presente, la comunicación de su mundo, de su obra y de su arte.
Digerir es también meditar de forma cuidadosa sobre
una cosa para entenderla. A nadie se le ocurre tomarse un café hirviendo porque
además de quemarse no le saca sabor. Es decir, la acción de tomar café,
necesita de los espacios de reflexión para degustar lo que se está ingiriendo.
Cuando hablamos de sonidos armónicos, y aunque el oído humano, en tanto que
receptor de escucha, está preparado científicamente para acopiar de forma
instantánea la producción de éstos, su almacenaje y entendimiento requieren de
un espacio temporal para su deleite.
Teorizando al absurdo. Si un guitarrista
llegara a juntar de forma instantánea todas las notas en una sola, obtendríamos
la negación de la armonía y por tanto de la música misma. Sólo podríamos
percibir y apreciar un único ruido.
A mayor aceleración en el ritmo los silencios
se hacen más cortos. Casi imperceptibles podría afirmar. A menos silencios,
menos sosiego y menos reflexiones. Creo que es cierto afirmar que para dejarse
embelesar por las notas de una guitarra flamenca se requiere un gran sosiego.
Sin esta predisposición es imposible percibir todo su aroma.
Tomemos ejemplo con un cante por soleá. La
interpretación del son cuando llega al sumum no es en la arrancada del tercio
hacia arriba, sino en la conclusión del mismo, en ese tránsito hacia su final,
o sea cuando se va cerrando el cante. Levantar la voz es relativamente fácil.
Lo verdaderamente dificultoso es mantener su escala descendente, el sostenido.
En esos espacios, en esos silencios, se localizan los mejores sabores y gustos.
En la guitarra también se da esta catarsis, sostener las notas es mucho más
dificultoso que elevarla. Este último creo que fue el mundo de Diego”. (Luis
Soler Guevara)
“Diego del Gastor recibió muchas influencias
pero a pesar de todas las influencias de uno y otro, no se limitó a continuar
con la tradición guitarrística que, partiendo del maestro Patiño y Paco de
Lucena, había continuado con Pepe Mesa y Pepe Naranjo, sino que fue mucho más
allá: recreándola, transformándola y enriqueciéndola hasta el punto de crear su
propio toque con unos sonidos y unos aires distintos a los que le legaron sus
mayores, un toque al que distinguimos de otros en cuanto escuchamos las primeras notas.
Diego incorporó a su toque el rasgueo y el dedo
pulgar pasando por el bordoneo, la fuerte pulsación, los ligados barrocos o el
toque al golpe. Estos recursos no son exclusivos de Diego del Gastor ya que
eran utilizados por todos los tocaores tradicionales desde finales del siglo
XIX, pero que en sus manos cobraban una importancia y un significado especial
por la manera de transmitir emociones y sentimientos”.
(Morón x Descubrir)
“A ver…Diego hacía su toque, y Pepe Naranjo
hacía el suyo, y yo he estado entre medio de las dos fuentes, y lo que he
sacado, pues es lo que he enseñado a todos los chavales de por aquí…hay unos
que tocan divinamente...” (Manolo Morilla a Estela Zatania)
DIEGO ERA UN ENAMORADO DEL CANTE, QUE SE TRADUCÍA
CUADO ACOMPAÑABA AL CANTAOR
Diego era un enamorado del cante, cuando se ceñía al
acompañamiento lo llevaba sin molestar, incentivaba al cantaor, lo empujaba
para que pudiera sacar todo lo jondo que llevaba dentro y a su vez el cantaor
de calidad incentivaba su toque.
"Cuando acompaña es una gloria observarlo.
Pierde todo el sentido de donde está y de autoconciencia a medida que se va
identificando visiblemente con el cantaor. De manera instintiva sabe el tiempo
que el cantaor va a mantener una nota, cuándo se va a parar y el tipo y
longitud de las falsetas que debe insertar, para hacerse del ambiente e
identificarlo. Cuando el cantaor consigue interpretar bien un tercio
particularmente difícil, Diego se llena de alegría, como si fuera él el que lo
hubiera cantado, a la par que se siente inspirado, hacia un toque todavía
mejor". (Pohren)
“Cuando el cantaor – o la cantaora – era un
maestro de verdad, Diego del Gastor podría ser firme y enérgico de una manera
fuera de lo común. En tales circunstancias, a menudo quebrantaba las reglas. Su
actitud era evidente: entregándose totalmente, podría inspirar a un gran
cantaor a rebuscarse interiormente. Siempre era claro que había dos artistas
excepcionales trabajando juntos, colaborando. Había un diálogo, un intercambio,
una serie de desafíos y conflictos y resoluciones gloriosas”. (Brook Zern)
“Ver a Diego del Gastor acompañar a Fernanda de
Utrera toda una noche entera – hora tras hora dedicado casi exclusivamente a
solamente un estilo, la soleá, y con Diego concentrado en muy poco de su
arsenal de más de cien falsetas personalísimas, era gozar de dos intérpretes en
la cima de su arte, unido y enlazados en una relación simbiótica que llevaba a
los dos hacia la máxima intensidad creativa”. (Brook Zern)
Numerosos artistas a los que acompañó, no escatimaron
elogios, manifestando que fue la experiencia más grata de sus vidas artísticas,
Juan El Lebrijano, Anzonini, Juan Talega, Manolito de María, La Perrata,
Perrate, Fernanda…
“Diego y yo formábamos la pareja que mejor se
han compenetrado en el flamenco. Cada uno estaba enamorado del arte del otro.
Yo era las cuerdas de su guitarra y él la queja de mi voz. Nadie ha sabido
arrancar lo que yo llevo dentro como Diego el del Gastor. ¡Viva Dios y Diego
del Gastor!”. (Fernanda de Utrera – Candil Nº 72)
Diego, aparte de acudir a las fiestas de los señoritos
clásicos de la época en sus inicios, donde tuvo algunos problemas, también
consiguió adentrase y hacerse con el beneplácito de los señoritos aficionados
de verdad, cómo Antonio Camacho y otros. Igualmente acudiría a centros
culturales, peñas y otros espacios alternativos donde ya los aficionados
rondaban el centenar. Su etapa más profesional, al uso, sería la época de los
festivales andaluces, donde participaría en las primeras ediciones del Potaje
Gitano de Utrera, el cual sirvió de patrón para los que vinieron después.
Participó en todas las ediciones del Gazpacho Andaluz desde su nacimiento en 1963,
siendo un reclamo para que los aficionados de otras poblaciones acudieran en
masa, también estaría en los inicios del de la Reunión de Cante Jondo de la Puebla
de Cazalla y el Festival de Cante Grande de Ronda. Ronda era otro de los puntos
de encuentro que Diego frecuentaba asiduamente donde contaba con un buen número
de incondicionales, aficionados amigos. Uno de ellos, que estaba metido en la
organización del festival, cuenta como era la contratación de los artistas en
sus comienzos y la hermandad y trato con los mismos: “En aquellos tiempos,
el contacto con cada uno de los artistas se hacía personalmente. Con muchos de
ellos había una relación de amistad, como ocurría con Diego del Gastor o
Fernanda de Utrera. En este sentido, la contratación se hacía en casa de cada
uno de ellos o en alguna taberna de su ciudad. Tanto Cristóbal como Gaspar Carreño,
Juan Ortiz, José Manuel Montes y los demás, se desplazaban en sus vehículos -un
SEAT 600, un RENAULT 4L- para hablar directamente con ellos. El día del
festival o el día anterior, se iba a recogerlos personalmente y se los traía en
coche hasta Ronda. Una vez finalizada la actuación, se los llevaba de nuevo a
sus casas en Morón de la Frontera, Utrera, Jerez, Mairena del Alcor, La Puebla
de Cazalla o Sevilla.
En muchas ocasiones, algunos de los artistas como, Diego del Gastor, Fernanda de Utrera y algunos más, una vez cobrados sus honorarios, se quedaban con los organizadores disfrutando de preciosas e íntimas reuniones flamencas en bares y ventas hasta que el dinero no daba más de sí. Esto podía durar uno, dos o tres días, con lo que al final, estos artistas llegaban a sus domicilios con el mismo dinero con el cual habían salido. Eso sí, con la alegría de haber disfrutado de verdaderas tertulias flamencas de gente cabal, con los cuales se sentían a gusto y vivían el flamenco de manera genuina”. (Luis Aguilar)
"DIEGO DEL GASTOR NO SOLO SE GRANJEÓ LOS FAVORES
DE LOS AFICIONADOS A LOS QUE LE GUSTAN QUE SE BUSQUE EN EL FLAMENCO EL TRONCO
NEGRO DEL FARAÓN"
Diego no solo cautivó a aficionados militantes (esos que se
preocupan de tener sus propios archivos, los que analizan, contrastan las
informaciones, escuchan la obra de un artista, reflexionas y sacan sus propias
conclusiones) sino que al mundo de la cultura se le sumó también el de la contracultura,
el del underground, tanto patrio, como el del exterior. A los alumnos del guiri
que traían a Jimi Hendrix en la cabeza, se les sumó alumnos de la piel de toro
como Nazario o Toti Soler (Pic-nic, Om…) los cuales, cada vez que tienen
oportunidad hablan maravilla de su maestro. El grupo sevillano Smash (rock,
psicodelia, flamenco-underground…) los cita junto a Fernanda en su famoso
“Manifiesto de lo Borde”, habiendo manifestado en varias ocasiones Gualberto, uno de sus
componentes, la admiración a su toque hasta tal punto que llegó a salir de gira
con su sobrino Paco del Gastor en un circuito de la Diputación de Sevilla para
sitar y guitarra. Rafael y Raimundo Amador le hacen un guiño a Diego después de
tantos años muertos y con la tierra echá en la cara, titulando uno de sus
discos “El Blues de la Frontera” conteniendo una recreación de su famosa
bulería en el corte que da título al álbum. A destacar la experiencia de varios
años de reivindicación permanente de Diego del Gastor que hicieron Son de la
Frontera. Sin contar las peregrinaciones que, al templo de lo jondo, Espartero,
hicieron los aficionados de todas las partes de mundo, americanos,
australianos, europeos incluidos los del resto de España. En esto, también
quieren que nos fijemos en el dedo, en vez de en la luna, los blanqueadores del
flamenco hacen hincapié en que los californianos, algunos, no todos, ni tampoco
en los primeros años, traían sustancias tóxicas en los bolsillos, máxime cuando
la cocaína inundó a un gran número de profesionales del flamenco, sumiéndolos en
el declive.
Mención aparte, que merece reseñarse con todo detalle, es
su participación cómo único representante flamenco en el mayor acontecimiento
de arte vanguardista que hubo en España durante la dictadura franquista, “Encuentros
de Arte Pamplona 1972”, anunciado como Diego del Gastor y El Grupo Gitano de
Morón. Estos encuentros fueron un conjunto de actos culturales de carácter
vanguardistas que pretendía hermanar la música de occidente con la de oriente,
donde los organizadores de esta muestra cultural gratuita, que se prolongó
durante una semana, utilizaron 16 espacios diferentes. Algo novedoso fue que al
término de algunos de los actos se producía una interacción entre artistas y
público en forma de asamblea donde se analizaba las actuaciones. Los Encuentros
fueron auspiciado por el Ayuntamiento y la Diputación Foral de Navarra, patrocinados
por la familia Huarte, que aportó 10.000.000 de las antiguas pesetas. Diego del
Gastor y el grupo Gitano de Morón estaban compuestos por Joselero de Morón,
Gaspar de Utrera, Andorrano y Paco del Gastor, que tuvieron el honor de cerrar
estos Encuentros en la Ciudadela, el 3 de julio de 1972. Hay aficionados que
especularon con lo que le diría Joselero a Diego cuando lo llamaron para
ofrecerle el contrato, donde había abundante manteca “Diego, en cuantos muertos
tienes, dile que vamos”.
EN LA MÚSICA DE CALIDAD, SIEMPRE HAY ALGUIEN
QUE SE SALE DEL CAMINO SEÑALADO
Diego del Gastor, no solo se alejó del camino de la profesionalidad
y del artistéo, sino que, para el beneplácito de los aficionados a lo jondo, a
lo profundo, a lo denso, a lo inexplicable, también se alejó de la corriente
imperante de los guitarristas veloces que se comían la guitarra. Construyó todo
un mundo sonoro propio muy difícil de imitar, solo sus sobrinos Diego de Morón
en el toque en solitario y Juan del Gastor en el acompañamiento, son capaces de
interpretar fielmente su música y crear otras nuevas con sus mismos parámetros
jondos. Todo esto unido a su aspecto y trato, hicieron que el vecino de Morón
alcanzara una resonancia, nacional e internacional alejada del marketing y del
apoyo institucional que fue la envidia de muchos profesionales. Sus seguidores,
alejados de los 40 principales, aparte de la flamenca, una gran mayoría eran
aficionados a otras músicas de calidad, rock, blues, jazz, clásica…
consiguieron elevar a las alturas a un hombre que solo pretendía, expresar su
música con un poder de transmisión fuera de lo común y vivir el momento jondo a
cada instante.
A raíz de este reconocimiento no buscado y de su
participación en el trabajo de campo del “Archivo del Cante Flamenco” de
Vergara, consolidado con su participación en varios programas de TVE “Rito y
Geografía del Cante”, el cual utilizaba unas bulerías suyas como sintonía, tendría
el reconocimiento de la mayor parte de la afición, apuntándose también a la
inercia, los voceros oficiales del flamenco al servicio del sota, caballo y
rey.
NUMEROSOS RECONOCIMIENTO Y HOMENAJES REPETIDOS
EN EL TIEMPO
En 1967 el pueblo de Morón le dedicaría su V Gazpacho
Andaluz, en 1971 el Ayuntamiento de Ronda, haría lo propio homenajeándolo en su
III Festival de Cante Grande. En 1973 la Tertulia Cultural Flamenca El Gallo
solicita al Ayuntamiento de Morón de la Frontera que se le conceda a Diego del
Gastor “El Gallo de Oro” de la ciudad por haber contribuido a que Morón sea un
centro de encuentro obligado para el mundo del flamenco. Estaba previsto
entregárselo durante el desarrollo del XI Gazpacho Andaluz, pero por desgracia
no pudo ser, ya que Diego Amaya Flores fallecería el día 7 de julio del citado
año, el mismo día previsto para la celebración del festival, quedando esta
edición suspendida. Tampoco llegaría a tiempo para recoger el Premio Nacional
de Flamenco, correspondiente a la enseñanza y la maestría, que le otorgó la
Cátedra de Flamencología y Estudios Folklóricos Andaluces de Jerez de la
Frontera, ese año fatídico.
Rápidamente sus amigos de siempre y otros aficionados
crearon una comisión pro monumento a Diego del Gastor, para sufragar los gastos
se promovió el Festival Pro-Monumento a Diego del Gastor, celebrado en la
piscina Municipal de Morón de la Frontera en 1973 y en el que intervinieron
Antonio Mairena, Fernanda de Utrera, Joselero de Morón; Matilde Coral; Paco,
Agustín, Juan y Dieguito del Gastor, al que se sumaron el guitarrista Manolo
Morilla y la bailaora Luisa Maravillas. En 1974 tendría lugar en Morón de la
Frontera, tanto la rotulación con su nombre de la escalinata que une la Plaza
de San Miguel con el Paseo del Gallo, como la colocación del monumento en los
Jardines de la Alameda, obra del pintor y escultor Juan Bernabé Britto.
En 1981 es el Ayuntamiento del Gastor quien le rinde un
oportuno homenaje, erigiéndole un monumento de hierro acerado en la Plaza de
Andalucía, obra de Antonio Gabarre. Descubriéndose también una placa en la
calle Algodonales, en la casa donde pasó su infancia, posteriormente dicho
ayuntamiento pondría una calle con su nombre.
El pueblo donde naciera, Arriate, tampoco se queda atrás y
le erige una escultura en olivo, poniéndole también su nombre a una de sus
calles.
En 2008 el ayuntamiento de Morón de la Frontera, para
conmemorar el centenario de su nacimiento, organiza diversos actos a lo largo
de todo el año, culminando con el Congreso Internacional “Una época flamenca a
través del Centenario de Diego del Gastor”, del 4 al 13 de diciembre,
organizado por la Universidad de Sevilla y la Comisión del Centenario del
guitarrista, y enmarcado dentro del V Curso de Otoño de dicha Universidad.
Conferencias, mesas redondas, filmaciones, dos exposiciones de fotografías
“Diego en cuerpo y alma” de Tony Keeler y “Dibujos a lápiz” de Marvin Steel.
También tuvo lugar la presentación de dos libros “El viejo flamenco de Morón y
Diego del Gastor” del moronense Juan Pablo Morilla Cala y “The flamenco
guitarist: Diego del Gastor”, del estadounidense David George.
Al año siguiente se presentaría en Jerez “Flamenco Project:
Una ventana a la visión extranjera” 1960 – 1985, recopilada por Steve Khan, una
selección de fotografías de los que vivieron la época dorada del flamenco en
Morón y por extensión de otros pueblos hermanos en el concepto de lo jondo y
que se convertiría en libro en 2010. A la finalización de la muestra, Steve
Khan, como comisario de la misma decide donar, toda la colección al
Ayuntamiento de Morón de la Frontera “Era una forma de devolver al pueblo parte
de lo que le habían dado”. Morón aparte de exponerlas en sus locales, llega de
seguida a un convenio con la Diputación de Sevilla para realizar una exposición
itinerante por la mayoría de los pueblos de la provincia e incluso llegando a
un acuerdo para exponerla en Nimes (Francia). A lo largo de todos estos años se
ha seguido exponiendo con asiduidad en instituciones y locales flamencos que la
han solicita al ayuntamiento propietario. Morón homenajearía en agradecimiento
la figura de Steve Khan, por poner a Morón y su flamenco en su sitio.
“‘Flamenco Project’ no es sólo una exposición,
es una iniciativa mucho más ambiciosa liderada por el fotógrafo Steve Kahn
dedicada a recopilar, preservar y publicar los documentos únicos de aquella
época. Un proyecto que cuenta con el apoyo de la Fundación Cajasol y que está
formado por las obras de los siguientes fotógrafos: Christopher Carnes, William
Davidson, Dick Frisell, Ruth Frazier, Ira Gavrin, David George, Paco Grande,
Jane Grossenbacher, Mark Johnson, Steve Kahn, Robert Klein, George Krause,
Charles Mullen, Daniel Seymour, María Silver y Phil Slight”.
“Muchos de ellos no sólo vivieron la vida y
estudiaron la música, sino que documentaron su experiencia en fotografías,
grabaciones de audio y películas. Fue un periodo de extraordinario intercambio
cultural que se produjo gracias a la generosidad y el carácter abierto de
muchos de los grandes artistas del flamenco de aquellos años. La figura de
Diego del Gastor, el maestro de la guitarra de Morón, constituye el punto de
partida de esta muestra que recoge instantáneas de grandes nombres de la
guitarra, el cante y el baile como Paco y Juan del Gastor, Manolito de María,
Anzonini del Puerto, Fernanda de Utrera o Joselero, entre otros, además de
estampas flamencas colectivas y personajes anónimos.
(Extraído de panfleto anunciador)
Desde su fallecimiento no hay año en que no haya un
reconocimiento a su persona, desde dedicarle la edición de un festival, una
semana cultural, homenajes recordando sus excelencias en el mundo de lo jondo,
tertulias flamencas en torno a su persona, en peñas, radios y televisiones
locales, así como discos o canciones de sus compañeros dedicada a su persona.
Cabe destacar el romance “Homenaje a Diego del Gastor” que le compuso el
guitarrista y cantaor Pedro Peña para su primer y único disco de cante editado
en 1978. En 1980 la revista californiana de flamenco “Jaleo” le dedicaría un
número monográfico. La Bienal de Arte Flamenco Ciudad de Sevilla le dedicaría
dos de sus espectáculos en 1984 y 1990. El propio pueblo donde vivió infancia y
juventud, El Gastor, celebra todos los meses de octubre un festival flamenco
que lleva su nombre, desde 1992. El Gazpacho Andaluz, en muchas de sus ediciones
posteriores aparece su figura en los carteles anunciadores. En los albores de
1995 uno de sus alumnos Chris Carnes (Cristóbal El Americano) editaría una
cinta-casete en homenaje a Diego, con todo lo aprendido. En 2008 el Colectivo
Ginés de los Ríos de Ronda le ofrece un homenaje y para ello le pide apoya a la
Tertulia Cultural Flamenca El Gallo. Durante varios días tuvo lugar conferencias,
tertulias, audiciones, exposiciones y flamenco en directo, entregándose una
carpetilla editada por la Tertulia C. F. El Gallo con estampas de Diego a los
asistentes. En 2013 el ayuntamiento de Morón cuando se cumplieron el cuarenta
aniversario de su muerte, al que acudieron sus sobrinos y aficionados del
pueblo. En 2019 se celebraría el primer Festival Flamenco de Oxford en homenaje
a Diego del Gastor. Durante tres días habría actividades flamencas en la citada
Universidad inglesa.
“A mí me dice la guitarra que le toque aquí o que le rasque
en el otro lado. Yo todo lo que hago es lo que ella me dice”. (Diego del
Gastor-reseñado en el Nº 623 de la revista Triunfo, septiembre de 1974 – Julio
Vélez)
“Era tan Viejo como una montaña y tan ingenuo como un niño pequeño. Hace con nuestro corazón lo que el viento con las flores”. (Alberto García Ulecia)
DISCOGRAFÍA DE DIEGO DEL GASTOR
Diego del Gastor nunca entró en un estudio de grabación, es más, rechazó sustanciosos contratos de poderosas casas discográficas como la Philips. A mediados de los años sesenta, accedió a grabar primero para el trabajo de campo del Archivo del Cante Flamenco de Vergara, ya que la filosofía de los productores era muy cercana a la suya. Citaban a los artistas en su hábitat natural, tabernas, ventas, casas... Cuando llegaban los artistas, ya estaban los micrófonos perfectamente camuflados y las cintas grabando permanentemente para recoger el cante y el toque cuando sugiera, sin ninguna presión. Bebían, comían, como si de una fiesta de los propios artistas se tratara, con las caras conocidas de los que vivían el momento con ellos habitualmente. Igualmente grabó varios programas de Rito y Geografía del Cante para TVE en 1972, que practicaban la misma filosofía que los anteriores. Aunque esta unidades móviles no tenían nada que ver con la de los Rolling Stones, a pesar de lo rudimentario, consiguieron recoger para disfrute del aficionado a Diego del Gastor en su salsa, tanto en solitario como acompañando, sacando a la luz los momento imborrables del que tanto nos hablaban los aficionados que tuvieron la suerte de vivir el momento jondo en Morón, Utrera, Alcalá, Lebrija... Documentos que, a su vez, calla la boca a los blanqueadores del flamenco que han pretendido relegar la importancia de uno de los artistas que están para los aficionados en el Olimpo del flamenco, sin que nadie le haya regalado nada. El resto son grabaciones, recogidas en reuniones de estraperlo, algunas deficientes técnicamente, otras un poquito mejor, pero todas tiene su punto.
EN SOLITARIO
“MISTERIOS DE LA GUITARRA FLAMENCA” ARIOLA 1972
SG
CARA A -SOLEARES
CARA B -SOLEARES
“EVOCACIONES” PASARELA 1990 LP
A1 BULERÍAS3:32
A2 SEGUIRILLAS8:05
A3 SOLEARES4:52
A4 TANGUILLOS Y RUMBA4:35
B1 BULERÍAS POR SOLEÁ6:50
B2 BULERÍAS CON ALEGRÍAS 7:50
B3 BULERÍAS2:44
B4 ARABESCO5:50
FLAMENCO Y UNIVERSIDAD VOL. IV MARITA 2009
1.ENTREVISTA
2.VALS SUDAMERICANO
3.FARRUCA
4.PASODOBLE HIMNO
5.ALEGRÍAS
6.ORACIÓN LA SALVE
7.LA MARSELLESA
8.SEGUIRIYA
9.PARA ELISA
10. SOLEÁ
11.RUMBA. SONES HISPANO-AMERICANOS
12.POESÍA
13.BULERÍAS “VARIACIONES”
ACOMPAÑANDO AL CANTE
VARIOS ARTISTAS
“ARCHIVO DEL CANTE FLAMENCO” VERGARA 1968 6LP
JOSELERO, DIEGO DEL GASTOR
C2 –SIGUIRIYAS CRUZADAS DE CURRO DULCE Y DE DIEGO EL
MARRURRO
E2 -SOLEARES DE TRIANA
H2 -TANGOS
H6 -ALBOREA
I5 -CANTINAS DEL PININI Y ESTRIBILLOS DE ALEGRÍAS
“GRANDES FIGURAS DEL FLAMENCO” (5) ARIOLA 1971
LP
JOSELERO DE MORÓN, DIEGO DEL GASTOR
B4 -SOLEARES (INÉDITO)
B5 -TANGOS (ARCHIVO DEL CANTE FLAMENCO)
“ANTOLOGÍA DE LAS SOLEARES” (2) ARIOLA LP
JOSELERO DE MORÓN, DIEGO DEL GASTOR
A3 -SI QUIERES SABER MI NOMBRE (INÉDITO)
“FIESTA EN MORÓN. BULERÍAS PARA BAILAR ARIOLA
1971 EP
"GRABACIONES
PRIVADAS" VII Congreso de Flamenco, Sevilla 1979 MC
Cinta homenaje a Diego del Gastor. Recogido de grabaciones caseras.
"LOS CANTES INÉDITOS DE JUAN TALEGA"
SENADOR 1991LP
GUITARRAS: PACO ACOSTA, JUAN HABICHUELA, MANOLO
BRENES, DIEGO DEL GASTOR Y CHICO MELCHOR.
"EL CANTE FLAMENCO DE JUAN TALEGA
VOL.1" FODS RECORDS 1992 MC
GUITARRA DIEGO DEL GASTOR
A 1. FATIGAS ME DIERON-SIGUIRIYAS
A 2. CON LA PENA QUE YO VIVO-SOLEÁ
A 3. PENA NO TENGO NINGINGUNA-SOLEÁ
A 4. RENIEGO DE TI-SIGUIRIYAS
B 1. DIOS MANDÓ EL REMEDIO-SEGUIRIYAS
B 2. ME LA LLEVÉ POR LA CARRETERA-SOLEÁ
B 3. SE LIMPIA Y BRILLA OTRA VEZ-SOLEÁ
B 4. CAMINO DE BOLLULLOS-TONÁ-LIVIANA
B 5. EL CORAZON LO TENGO-SIGUIRIYAS
B 6. SUPUESTO QUE NO TIENEN-TONÁ-LIVIANA
Recogido de
grabaciones caseras.
“PERRATE” SENADOR - FLAMENCO & DUENDE 1996 CD
GUITARRAS; DIEGO DEL GASTOR / CHRIS CARNES
1.SOLEÁ
2.SIGUIRIYAS
3.TANGOS
4.BULERÍAS
5.BULERÍAS
6.BULERÍAS
7.BULERÍAS
8.SOLEÁ
"TESTIMONIOS FLAMENCOS-HISTORIA DEL
FLAMENCO" TARTESOS 1996
CD 8
MANOLITO DE MARÍA, DIEGO DEL GASTOR
11.COMO YO SOY FORASRERITO - BULERÍAS
CD 9
MANOLITO DE MARÍA, DIEGO DEL GASTOR
1.SE LIMPIA Y BRILLA OTRA VEZ – SOLEARES
ENRIQUE MENDEZ, DIEGO DEL GASTOR
13.EN TIEMPO DE LA REPÚBLICA -BULERÍAS
CD 15
FERNANDA DE UTRERA, DIEGO DEL GASTOR
1.NUNCA TIENES TÚ LUGAR -SOLEARES
CD 22
FRNANDA DE UTRERA, DIEGO DEL GASTOR
3.MÁS PENITAS A PASAR -BULERÍAS
CD 28
ROSALÍA DE TRIANA, DIEGO DEL GASTOR
6.LAS MINAS DE EGIPTO -BULERÍAS POR SOLEÁ
"UTRERA EN DIRECTO" FONORUZ 1998 CD
Diego del Gastor acompaña a algunos artistas, entre ellas,
a Fernanda de Utrera.
Disco editado por la Hermandad de los Gitanos, la Caja
Rural de Sevilla y el Ayuntamiento de Utrera.
FERNANDA Y
BERNARDA DE UTRERA "CANTES INÉDITOS" DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE SEVILLA
1999- 2CD
CD 1
MORÓN 1.967 FERNANDA, DIEGO DEL GASTOR
6. BULERÍAS
7. SOLEÁ
8. BULERÍAS
DISCO 2
MORÓN 1.970 FERNANDA, DIEGO DEL GASTOR
1. BULERÍAS
2. BULERÍAS
3. BULERÍAS
4. BULERÍAS
5. BULERÍAS
6. BULERÍAS
7. BULERÍAS
PERRATE DE UTRERA “UNA VOZ DE ARTE UNA VOZ DE
GENIO” 2003 DIPUTACIÓN DE SEVILLA
GUITARRA: DIEGO DEL GASTOR
1.YO MEHAGO LA ILUSIÓN -BULERÍAS
2.MIRA SI VIVO CON PENA -SOLEÁ
GRABACIONES HISTÓRICAS (2) RTVE 2004 CD
PERRATE, DIEGO DEL GASTOR
5 –TIENTOS-TANGOS
6 –SOLEARES
7 –TANGOS DE MÁLAGA
8 –SIGUIRIYAS
DIEGO DEL GASTOR
10 -ALEGRÍAS
11 -SIGUIRIYAS
12 -SOLEARES
13 -BULERÍAS
Extraídos de los programas de Rito y Geografía del Cante
ALCALÁ DE GUADAÍRA EN LA HISTORIA DEL FLAMENCO
MARITA 2007 2 CD
MANOLITO DE MARÍA DIEGO DEL GASTOR
CD 2
2.BULERÍAS
17.TANGOS A JOAQUÍN EL DE LA PAULA
ENRIQUE DE LA PAULA, DIEGO DEL GASTOR
CD 2
5.SOLEÁ
“HONORES A DIEGO DEL GASTOR, UN GENIO DE LA
GUITARRA (1908-2008) CALÉ RECORDS 2009 CD
1. SOLO DE GUITARRA:
SOLEARES 2. FIESTA POR BULERÍAS (FEAT. PERRATE DE UTRERA) 3. LA GRACIA DE DIEGO EN LOS TANGUILLOS DE CÁDIZ 4. CON SU CUÑADO JOSELERO DE MORÓN POR SOLEÁ
(FEAT. JOSELERO DE MORÓN) 5. LA SERIEDAD DE SU TOQUE EN LAS SEGUIRIYAS 6. CON FERNANDA DE UTRERA EN EL CANTE POR SOLEÁ
(FEAT. FERNANDA DE UTRERA) 7. FIESTA POR BULERÍAS EN LOS AÑOS SESENTA 8. RECITADO POÉTICO CON FONDEO DE GUITARRA 9. FIESTA POR BULERÍAS (FEAT. ANSONINI) 10. SOLO DE GUITARRA: ARABESCO 11. CON PERRATE DE UTRERA EN EL CANTE POR SOLEÁ
(FEAT. PERRATE DE UTRERA) 12. ADAPTACIÓN A LA GUITARRA DE TEMAS DE LORCA Y
BEETHOVEN 13. BULERÍAS AL GOLPE (FEAT. ROSALÍA DE TRIANA) 14. DIEGO DEL GASTOR CANTANDO Y HABLANDO 15. BULERÍA POR SOLEÁ (FEAT. JUAN TALEGA)
“AL COMPÁS DE ANSONINI DEL PUERTO” EL FLAMENCO
VIVE 2013 CD
(Forma parte del libro del mismo título)
GUITARRAS: DIEGO DEL GASTORV/ KENI EL LEBRIJANO
1.NO TIENES TÚ CORAZÓN
(BULERÍAS)
2.NO QUIERO QUE A NADIE
QUIERAS (BULERÍAS)
3.LA VIRGEN, PRIMA, ERA GITANA
(ALEGRÍAS)
4.YO SEMBRÉ UN TOMILLO
(BULERÍAS)
5.A PEDIRLE A DIOS METAL
(BULERÍAS)
6.POR MI PUERTA, PRIMITA MÍA,
PASÓ (BULERÍAS POR SOLEÁ)
7.POR DARTE YO GUSTITO, PRIMA MÍA,
YO ME ALEGRO (BULERÍAS POR SOLEÁ Y BULERÍAS)
Antología que, partiendo de lo imprescindible del Archivo
del Cante Flamenco de Vergara, incorporan otras voces que grabaron para el
sello Ariola, quedando en lo que para mí es la mejor obra de este tipo en
cuanto a calidad artística.
DIEGO DEL GASTOR “EL ECO DE UNOS TOQUES” EL
FLAMENCO VIVE 2007 CD
(INCLUYE “MISTERIOS DE LA GUITARRA FLAMENCA” Y “EVOCACIONES”)
A MODO DE HOMENAJE
DIEGUITO DEL GASTOR “A DIEGO” VOL. 1 MOVIEPLAY-GONG 1975 LP
DIEGUITO DEL GASTOR “A DIEGO” VOL. 2 MOVIEPLAY-GONG 1975 LP
LUIS TORRE JOSELERO “A DIEGO” VOL. 1 MOVIEPLAY-GONG 1975 LP
LUIS TORRE JOSELERO “A DIEGO” VOL. 2 MOVIEPLAY-GONG 1975 LP
TOTI SOLER “TOTI SOLER” EDIGSA 1973 LP
PEDRO PEÑA “EL CANTE Y LA GUITARRA DE PEDRO
PEÑA” 1978 ARIOLA LP
A4. HOMENAJE A DIEGO DEL GASTOR (ROMANCE)
PATA NEGRA “BLUES DE LA FRONTERA” NUEVOS MEDIOS
1987 LP
“Con Bluslerías llevo cuatro años. La gente
piensa que es de ahora, pero ese título lo hice hace, al menos cuatro o cinco
años, desde que empecé la gira. Una bluslería es, por ejemplo, el Blues de la
frontera, de Pata Negra. Es una música de blues con ritmo de bulerías. Las
bluslerías están desde la época de Veneno, en el 77. Tocábamos un blues con
ritmo de bulerías. Al Blues de la frontera le añadimos una falseta de Diego del
Gastor, de Morón. Pero eso lo hacíamos nosotros hace 33 años y luego lo
grabamos con Pata Negra. (Raimundo Amador 2009)
TOTI SOLER “LYDDA” EL PASO RECORDS 1994 CD
CHRISTOPHER CARNES “HOMENAGE TO DIEGO DEL
GASTOR” LA SONATA RECORDING COMPANY 1994 MC
STEVE KAHN "FLAMENCO DE LA FRONTERA" CD
SON DE LA FRONTERA “HOMENAJE DIEGO DEL GASTOR”
NUEVOS MEDIOS 2004 CD
SON DE LA FRONTERA “CAL” NUEVOS MEDIOS 2006 CD
(RAÚL RODRÍGUEZ, PACO DE AMPARO, MANUEL FLORES,
PEPE TORRES, MOI DE MORÓN)
CARLOS LOMAS “AL MOMENTO” 2009 CD
VARIOS “HOMENAJE A DIEGO DEL GASTOR – UNA
GUITARRA UNIVERSAL” 2009 CD
(Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco /
Confederación de Peñas Flamencas de Andalucía / Junta de Andalucía)
PEDRO JAVIER GONZALEZ “LIVE” CD BABY 2010
SON AIRES DE LA FRONTERA “MORONEANDO” BUJÍO
2010 CD
PEPE PALOMO “HOMENAJE A DIEGO DEL GASTOR” (SOLEÁ
DE CHARAMUSCO) YOUTUBE
ÁNGEL SODY DE RIVAS “DIEGO DEL GASTOR EL ECO DE
UNOS TOQUES”EL FLAMENCO VIVE 2004 (Contiene CD)
JESÚS I. MATEO Y FERMÍN SEÑO “MEMORIA Y
SENTIMIENTO FLAMENCO” FUNDACIÓN FERNANDO VILLALÓN 2007
JUAN PABLO MORILLA CALA “EL VIEJO FLAMENCO DE
MORÓN Y DIEGO DEL GASTOR” 2008
DAVID GEORGE VOGENITZ “THE FLAMENCO GUITARIST.
DIEGO DEL GASTOR” 2008
STEVE KAHN “FLAMENCO PROJECT” - FUNDACIÓN
CAJASOL2010
ANDRÉS GONZÁLEZ GÓMEZ “AL COMPÁS DE ANSONINI
DEL PUERTO” (Contiene CD)
JOSÉ FUENTE “DIEGO DEL GASTOR ESTUDIO DE
ESTILO” PLAY MUSIC 2015 (Contiene CD con 88 falsetas interpretadas por Diego
del Gastor)
PEDRO LUIS VÁZQUEZ GARCÍA “LA ÉPOCA DORADA DEL
FLAMENCO EN MORÓN DE LA FRONTERA (1960-1970)” - DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE
SEVILLA 2016
“DIEGO DEL GASTOR” CAJA SOL- FUNDACIÓN FERNANDO
VILLALÓN-AYUNTAMIENTO DE MORÓN 2008 (Juegos de postales-calendario
conmemorativo)
También las revistas flamencas le didicaron número especiales, monográficos o dossieres a lo largo de todos estoa años, destacando el que le realizó la revista californiana, Jaleo en 1980.
EL MUNDO DE LA CULTURA ESCRIBIÓ
SOBRE DIEGO DEL
GASTOR:
“Me reconoció nada más llegar —yo era famoso y
mi foto estaba en todos los sitios—, era evidente que se moría por irse de
allí. Pero se quedó; tenía que dar la cara porque se jugaba su prestigio.
Mientras yo tocaba no quiso ni ver la guitarra durante toda la noche. Seguía
sin coger la guitarra... hasta que dieron las ocho de la mañana. Entonces me la
pidió. Le di la guitarra y comenzó a tocar una soleá despacio, como nunca creí
que existiera. Tocaba en la décima y cada nota sonaba diáfana, verdadera con
una emoción que jamás había oído antes. Me hizo saltar las lágrimas y comprendí
que la esencia misma de aquel hombre emergía de su guitarra. Llegaba
directamente al alma del flamenco, sin adornos ni pamplinas; se diría que Diego
es el flamenco. Los demás somos sólo los profesionales perdidos en la técnica
del instrumento”.
(Niño Ricardo)
“Si de alguien tengo influencias guitarrísticas
es de Niño Ricardo y Diego del Gastor. Diego era un hombre muy vitalista, una
guitarra muy jonda, muy profunda, casi primitiva, pero con un sabor
maravilloso. Diego tocaba sin usar casi la armonía, era lo que nosotros
llamamos «a cuerda pelá», pero con una pureza y una gracia que a mí me
enamoraba totalmente”.
(Manolo Sanlúcar)
HOMENAJE A DIEGO DEL GASTOR (ROMANCE)
Maestro compañero,
compañero del alma,
en mi corazoncito
suena tu guitara.
Un suave viento volcó
el atril de tu cabeza,
la tierra mece sus sueños
en Morón de la Frontera
y duerme ya como un bordón
destenzao en la madera
jarto de clavar al suelo
capturando las estrellas.
Diego Amaya, Diego Amaya,
el del Gastor por más señas,
el de la bondad celeste,
el de la síncopa negra,
llamaba al alba despacio
y tu guitarra canastera,
desnudándose en tus brazos
volcando un reloj de arena.
Guitarra confesionario,
Diego tu música era
capaz de hacer porque cabe,
un universo en la tierra.
Tus manos libertaoras
de un pueblo que se silencia
un mundo del que son dueño
mientras sueñen lo que sueñan.
(Pedro Peña)
“Los aficionados, los que nos dedicamos a
escribir, a investigar, a estudiar, o sea, a inventariar e historiar el
flamenco, salvo excepciones entre las que no me encuentro, estamos muy cortitos
en esto de la guitarra. Podemos reflexionar sobre aspectos anímicos y
sensoriales del guitarrista, aproximarnos a su perfil humano, posiblemente
situar en la historia de este arte al personaje y más que nada abandonarnos a
su capacidad de provocar emociones jondas. Es esta última consideración donde
tienen sentido estas palabras cuyo título es Mi abrazo a Diego del Gastor.
Son tantas las percepciones que de Diego han
expuesto los escritores, poetas y aficionados que se me hace muy difícil decir
algo nuevo sobre él, y como no soy músico, esta tarea aún se me hace más cuesta
arriba. No obstante, el aroma de este gran guitarrista es tan
extraordinariamente rico, que los tiempos convinieron en consagrar su capacidad
expresiva, incluso para aquellos que aún sin saber de música nos sentimos
tocados por su magia”.
“Sus citas y reuniones, casi siempre marcadas
en restringidas actuaciones en su Morón flamenco y en otras pocas geografías
afines, estaban repartidas para acompañar el cante de Juan Talega, Manolito de
María, Perrate, Joselero, Fernandillo, Bernarda, Enrique Méndez y pocos más,
pero sobre todo para su musa Fernanda de Utrera”. “…el aroma de este gran
guitarrista es tan extraordinariamente rico, que los tiempos convinieron en
consagrar su capacidad expresiva, incluso para aquellos que aún sin saber de
música nos sentimos tocados por su magia.
“Diego que no buscaba pero que tampoco huía de
las entrevistas, en una ocasión, dijo para TV, que cinco días duró su bautizo.
Cinco son las letras que en el mismo le pusieron de nombre. Cinco letras como
cinco continentes adonde sus mágicos sones se expandieron. Cinco letras que
bien pueden definir y describir su personalidad artística:
D Duende
I Impresionante
E Especial
G Grande
O Original.
Diego tenía mucho duende, su toque era
impresionante, su persona muy especial y su arte muy grande y original”.
“Diego ha sido un gran embajador especialmente
en Norte América. Sorprendentemente era casi tan conocido en California como en
Andalucía. Personas de gran relevancia en mundos tan diversos como Bergamín,
García Ulecia, Pohren, Steve Kahn, Roger Klein, Wiliam Davison, Estela Zatania
etc., descubrieron un cúmulo de sensaciones al calor de un hombre cuyo hechizo
les cautivó para siempre”. (RAMÓN SOLER)
“Su clase guitarrrística correspondía a una
personalidad humana, simultáneamente poderosa y delicada. Su toque, abundante
en variaciones muy originales y flamencas. Con él pierde la guitarra una de sus
mejores figuras”.(Fernando Quiñones)
“Yo he cantao con Joaquín el de la Paula y
Manuel Torre, del que hago una siguiriya; tenía yo medio conocimiento; también
en esa edad, teníamos 17 años, empecé a actuar con «El Quino» bailaor, y mi
cuñao, Diego el del Gastor; pero cuando Diego se ha hecho un mostruo. una
figura y ha creado, ha sido del Movimiento pa cá, hace cuarenta años.
“Yo lo conocía antes de casarme con su hermana
Amparo, y él era amigo mío de antes. Como guitarrista era un monstruo. Se
tiraba todos los días diez o doce horas con la guitarra en su casa, sobre todo
hasta que murió su padre. Diego había aprendido de un hermano suyo, pero él lo
superó, porque Diego tenía una gran intuición y sacaba muchas cosas; conocía
por lo menos dos partes de música. Pero su toque era suyo, nada más que suyo”. (JOSELERO)
“Al final de sus actuaciones en público a las
que Diego tenía tanto miedo, y tras los aplausos, no inclinaba la cabeza en
señal de agradecimiento, sólo mostraba la guitarra, y con una mirada especial
parecía recordarnos que sólo hacía lo que la guitarra le dijese que hiciera. En
estos festivales, Diego era bien distinto a las reuniones de amigos. Lo que en
éstas eran el valor y la entrega, en aquéllas eran el miedo y el respeto.
Diego no gustaba del aplauso y el ruido, sólo
pertenecía al silencio, y al final, el ruido pudo más que él mismo. El silencio
que alrededor de su persona quiso construir fue roto por comerciantes y
vendedores de música. Cintas con grabaciones de Diego atravesaron las fronteras
y fueron vendidas a precios desorbitantes. Mientras Estados Unidos podía oír el
toque de su guitarra, en muchas comarcas españolas continuaba completamente
ignorado. Mientras más contratos rechazaba, más venían. Mientras más se
ocultaba, más buscado era”(Julio
Vélez)
“III. Imagínate a Bob Dylan en un cuarto, con
una botella de Tío Pepe, Diego el del Gastor, a la guitarra, y la Fernanda y la
Bernarda de Utrera haciendo el compás, y dile: canta ahora tus canciones. ¿Qué
le entraría a Dylan por ese cuerpecito? Pues lo mismo que a Manuel Molina
cuando empieza a cantar por bulerías con sonido eléctrico…”(Extraído
del Manifiesto de lo Borde) (Decálogo editado por el grupo underground
sevillano Smash)
“Sin embargo, ya que en eso estamos, opino que
su soleá es la mejor que he escuchado.Después de cuarenta años, todavía me siento privilegiado al intentar
tocarla – igual que las grandes soleares de Niño Ricardo y Melchor de
Marchena.Y creo que las siguiriyas de
Diego están casi a la altura de la obra maestra de Melchor, y aún mejores que
las de Ricardo o Paco de Lucía o Perico del Lunar.Y creo que las bulerías de Diego del Gastor
son absolutamente únicas, y probablemente incomparables – aunque amo las de
Sabicas y Morao y Paco Cepero y Paco de Lucía”.(Brook
Zern)
“Morón de la Frontera es uno de esos lugares mágicos
dentro de la geografía andaluza en los que el flamenco era un elemento más
dentro la vida cotidiana de sus habitantes. Cualquier excusa o momento en una
taberna, que eran los mayores centros de sociabilidad de estos hombres y
mujeres, podía servir de pretexto para celebrar una fiesta. Este motivo, junto
con la presencia por aquella época de Diego el del Gastor, hacía que esta
localidad sevillana fuese uno de los lugares más atractivos para aquellos
extranjeros que perseguían el contacto directo con la cultura andaluza.
Fruto de aquella coyuntura, surgió toda una
generación de jóvenes que en aquella época asistían cómo espectadores a
aquellas juergas, que tuvieron la oportunidad de conocer y entablar una
relación de amistad con algunos de estos extranjeros. Se tiende a creer que
esta relación que el flamenco de Morón guarda sobre todo con los aficionados
norteamericanos, hay que buscarla en la construcción de la base aérea militar
de utilización conjunta existente en esta localidad desde mediados de los
cincuenta. Pero no es así, ya que los americanos de la base de Morón, al
contrario que los de Rota, nunca se integraron en este pueblo, de hecho fijaron
su lugar de residencia en la sevillana urbanización de Santa Clara, por lo que
su contacto con los habitantes del pueblo fue nulo.
No obstante, los acontecimientos, el azar y la
presencia del guitarrista gitano más original de todos los tiempos hicieron que
Donn E. Pohren, un norteamericano muy aficionado al flamenco, decidiese comprar
una finca en las afueras del pueblo para montar una especie de casa de
huéspedes, a la que venían aficionados de todo el mundo y entre los que los
norteamericanos eran mayoría. En esta finca se celebraban cinco fiestas
semanales para las que se contrataba a artistas de la talla de Juan Talega,
Perrate, Fernanda y Bernarda de Utrera, Anzonini del Puerto, Fernandillo de
Morón, Antonio Mairena, Joselero, Andorrano, Dieguito, Agustín Rios, Paco, Juan
y sobre todo Diego del Gastor.
Pero aquella finca era mucho más que un
negocio, ya que antes que una relación contractual se imponía la amistad, la
diversión y sobre todo una forma de entender la vida que desgraciadamente se ha
perdido. Aquella experiencia dio cómo fruto una generación de jóvenes flamencos
que gracias a aquel feed-back o proceso de retroalimentación cultural se
enriquecieron con la experiencia. Ya que tuvieron el privilegio de ser
prácticamente los primeros que disfrutaron conociendo la música de su
generación que se hacía de nuestras fronteras para afuera. De otro modo no se
puede entender que aún hoy guarden esa estética hippie, fruto de unas
preferencias musicales en las que tienen cabida artistas como Jimmy Hendrix,
Lou Reed, Janis Joplin, The Rolling Stones…; con los que los extranjeros
efectuaban un intercambio cultural, por vía musical. Hoy se tiende a observar
dicho fenómeno como una rareza o casualidad de la historia, porque es mucho más
sencillo contar los hechos a modo de anécdota, que tratando de establecer unos
principios o explicaciones lógicas.
Lo cierto y verdad es que aquel movimiento
socio-cultural produjo importantes efectos en los dos grupos, de lo contrario
no es fácil encontrar la lógica por la cual aún hoy existe toda una corriente
de seguidores de la guitarra flamenca de Morón en Estados Unidos y en media
Europa. Diego del Gastor tiene páginas y páginas en portales norteamericanos en
Internet y prácticamente ha alcanzado la dimensión de un mito, al que sus
seguidores veneran y siguen hasta en los más insignificantes detalles. A pesar
de que tenía fama de excéntrico, poseía un rasgo que gitanos y payos, españoles
y extranjeros admiraban: como era su absoluta indiferencia hacia el dinero y
los bienes materiales, que en ocasiones rayaba en el desprecio”.
(FERNANDO. G. CABALLOS)
"Todo comenzó a principios de los sesenta
cuando, siendo maestro Nacional, me destinaron a dar clases en Morón de la
Frontera, un pueblo grande, alejado de Sevilla, totalmente desconocido para mí.
Allí me encontré con el que sería mi gran amigo intelectual durante muchos años.
Su cultura y la mía eran muy parecidas, sin constituir ningún obstáculo el
haberse criado, él en Madrid, y yo en un pequeño pueblo de Sevilla y yo ser
homosexual y él heterosexual. Los dos no tardamos en descubrir el inmenso
tesoro que guardaba aquel pueblo: ser uno de los principales focos del arte
gitano flamenco. Diego del Gastor fue el mejor guitarrista gitano de la época
y, a su alrededor, giraba todo un mundo artístico de cantaores y bailaores
tanto de Morón, como de otros centros como Utrera, Lebrija o Alcalá de
Guadaira. Allí tuve la suerte de asistir a algunas de las últimas grandes
fiestas flamencas en las que se reunían lo mejor del mundo flamenco que
nosotros llamábamos “puro”. (NAZARIO LUQUE)
“Antes de los libros de Pohren, yo y algunos otros
norteamericanos ya habíamos aprendido algo sobre el toque de Diego, gracias a
dos jóvenes tocaores estadounidenses, Chris Carnes y David Serva, que habían
estudiado extensamente con él” (IRA GAVRIN)
“Creíamos ser enormemente privilegiados por
haber encontrado este lugar, y a este hombre, y esta música mágica. Y que algún
día todo aquello sería leyenda. Y que habría reconocimiento universal de la
importancia de ese momento especial en la historia del flamenco” (STEVE
KHAN)
“En el Japón su estilo está pedagógicamente sistematizado
en los conservatorios; en Nueva York existe una escuela de guitarra que estudia
sus formas y modos artísticos. Esta escuela lleva su nombre. Por España e Ibero
América el mensaje lo portan sus sobrinos, fieles traductores a la casa y al
noble empeño de Diego: Un sello que no se vende” (JUAN J. GARCÍA LÓPEZ)
“Su clase guitarrística correspondía a una
personalidad humana, simultáneamente poderosa y delicada. Su toque, abundante
en variaciones muy originales y flamencas. Con él pierde la guitarra una de sus
mejores figuras”. (FERNANDO QUIÑONES)
"Sus falsetas y variaciones se han hecho
célebres. Y su poder creador, ligado a la vez a una tumultuosa intuición
popular y a una evidente delicadeza de origen, es realmente admirable. Sus
improvisaciones, sus bellísimas disonancias, poseen una inconfundible
personalidad”. (JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD)
“Aspecto de faraón destronado, sonrisa de ángel
sabio y manos de niña. Soplado por una tormenta de vientos llenos de duende, sus
ojos solían brillar como buen cobre o pedernal, según venía uno con
"guasa". No le importaba ni la fama, la fortuna ni la vida, pero su
toque contenía la fortuna, la fama y la vida del elegido. Noble Diego. Diego de
la sonrisa tímida y todas las verdaderas profundidades de su experiencia en la
mirada penetrante de sus mansos ojos”. (MANUEL BARRIOS)